Quinoa con verduras y setas

Todos hemos vivido en este tiempo la gran revolución de ese pequeño cereal llamada quinoa. Unos con escepticismo, otros con curiosidad y más con rechazo; pero, sea como sea, ahora lo podemos ver hasta en vasitos de microondas y eso que más que a una comida se parece más a las semillas que le colocas a tu periquito.

¿Y qué narices es eso de la quinoa y para que vale?

Lo primero que me gustaría destacar de esta pequeña semilla es la ausencia de gluten y su alto contenido de fibra, indispensable en una dieta equilibrada y sana.

La segunda es su alto poder nutricional que, sin querer aburrir, solo enumeraremos unos cuantos como; que contiene muchas más proteínas y grasas que los cereales, aunque éstas últimas son en su mayoría insaturadas, destacándose la presencia de ácidos omega 6 y omega 3. Destaca el contenido de potasio, magnesio, calcio, fósforo, hierro y zinc entre los minerales, mientras que también ofrece vitaminas del complejo B en cantidades apreciables y vitamina E con función antioxidante.

Como podemos ver es un alimento saludable y del que podemos encontrar muchas utilidades como acompañamiento o insertado magistralmente en el plato principal.

Hoy os presentamos esta receta llena se sabores y contrastes que a algunos seguro que sorprenderá al ser totalmente vegana.

Ingredientes para cuatro raciones:

  • 200 g de quinoa.
  • 50 g de pimiento.
  • Una zanahoria.
  • 70 g de calabacín.
  • Una nuez de jengibre.
  • Cuatro dientes de ajo.
  • Un chile.
  • 7 g de boletus deshidratados “El campanillo”.
  • 7 g de trompeta de los muertos “El campanillo”.
  • 70 g de maíz dulce en lata Hacendado.
  • Sal.
  • Cilantro.
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • Pimentón de la Vera.

En un vaso con agua caliente colocamos las dos clases de setas para hidratarlas durante 15 minutos.

Trascurrido ese tiempo pasamos el caldo de hidratar las setas a un cazo al que añadimos agua, una hoja de laurel y la quinoa con sal al gusto, para que hierva durante 15 minutos. Las setas las reservamos. Trascurrido el tiempo, colamos la semilla, enjuagamos y reservamos.

En una sartén, con cuatro cucharadas de aceite de oliva virgen extra, le damos unas vueltas al ajo cortado en láminas con el jengibre y chile cortado en daditos muy pequeños. El aceite se impregnará de toda la potencia y sabor de estos tres grandes de la cocina. No hay que dejar que se tueste, solo se hay que dorar ligeramente.

Si los sabores picantes te cuesta comerlos, reduce la cantidad de jengibre y chile para probar y, una vez visto como nuestro paladar lo admite, sube o baja la cantidad de estos productos al gusto.

Añadimos el calabacín, la zanahoria y el pimiento cortado muy fino y rehogamos junto con el maíz entre cinco y diez minutos. Yo la zanahoria me gusta hacerla con el pelador, así quedan laminas bastante finas que encaja mejor en el plato. Rehogamos con una pizca de pimentón de la vera y añadimos las setas con el ajo, jengibre y chile sofritos con lo que acabamos de sofreír la mezcla. Una vez fría, añadimos el cilantro picado y removemos bien.

Ahora solo queda mezclarlo todo con la quinoa con un golpe de fuego y servir.

Espero vuestros comentarios, que busquéis alimentos gluten free y que nuestra lucha os haga más libres.

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