Quinoa con bacalao y rape




Volvemos a la carga con uno de los más reconocidos pseudocereales, denominado superalimento por sus múltiples propiedades y uno de los más versátiles que podemos encontrar en nuestros supermercados. Somos así, no nos podemos resistir a la quinoa, tenemos una debilidad especial por ella. Hoy la presentamos con una fusión casi mística con nuestros mares y con ingredientes perfectamente accesibles como son el rape o el palito de bacalao.

Siento una atracción especial por estos platos, me gusta tener un trozo de mar en mis platos, en ellos puedo volver a escuchar el sonido de las olas rompiendo en las rocas en cada bocado, a sentir el sabor ligeramente salado del mar en cada respiración y, por un momento, me parece volver a las profundidades de las que me gustaría no volver nunca.

Vuelvo muy a mi pesar. Las restricciones fisiológicas me obligan. No puedo aguantar la respiración tanto y las botellas no son eternas, pero me queda un pequeño residuo en forma de necesidad de saborear lo mejor de nuestros mares. De esa insistencia nacen platos como estos. Un placer marino en cada bocado, pocas digestiones van a ser tan agradecidas como las de esta receta. No creerás que estas comiendo un plato tan especial, en tu casa, sin una cuenta astronómica al salir de un restaurante.

Ingredientes para cuatro personas:

  • 300 g de quinoa.
  • 200 g de rape.
  • 80 g de palito de bacalao o bacalao desmigado.
  • 300 g de tomate rallado.
  • 200 g de cebolla.
  • 100 g de pimiento italiano.
  • Un pimiento choricero.
  • Tres dientes de ajo.
  • 200 ml de vino blanco.
  • Fumet de pescado.
  • Sal.
  • Pimentón.
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • Azafrán.

En primer lugar, vamos a preparar la base:

En una sartén con un chorro generoso de aceite de oliva colocamos los ajos enteros, la cebolla y los pimientos cortados. No hace falta que se cote muy fino ya que cuando tengamos la mezcla la vamos a pasar por la túrmix. Añadimos el pimiento choricero seco, sin las semillas, el azafrán y, cuando comience a dorar, incorporamos el vino blanco. Rectificamos de sal, cuidado que el bacalao le añadirá sal, y dejamos reducir hasta que no quede caldo.

Una vez ha reducido el vino incorporamos el tomate rallado, una pizca de pimentón y dejamos que se cocine todo hasta que el conjunto sea una masa espesa.

En este punto paramos el fuego, lo metemos todo en un vaso de túrmix y lo trituramos hasta dejar una masa muy fina y homogénea.

Reservamos

En segundo lugar, comenzamos el plato:

La quinoa la puedes preparar antes o durante el preparado del pescado. La tienes que hervir durante quince minutos, con sal y hojas de laurel si quieres. Trascurrido el tiempo la dejas escurrir y enjuagas. Reservas hasta tener el pescado listo.

En una sartén, con un chorrito de aceite de oliva, sofríe el rape cortado en dados. Cuando comience a blanquear, incorpora el bacalao, que habrás dejado diez minutos antes desmigado en agua para que pierda sal.

Cocina todo el conjunto unos cinco minutos tras lo que incorporamos en fumet de pescado, mejor que sea un caldo reducido a 200ml máximo, y la base que hemos pasado por la túrmix y reservado.

Mezclamos todo bien y dejamos reducir hasta que la masa espese, a mi particularmente me gusta bastante espesa, pero decide tú como lo prefieres y deja enfriar unos minutos.

Metemos todo en un recipiente lo suficientemente ancho para mezclar cómodamente la quinoa con la salsa de pescado.

Ya tenemos listo un plato que derretirá nuestros sentidos. Ponte una buena copa de vino, un poco de alioli (ajoaceite) casero si eres de explosión de matices y prepárate para que te invada un mar de sabores en cada bocado.

Espero vuestros comentarios, que busquéis alimentos glutenfree y que nuestra lucha os haga más libres.

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