En estos días de confinamiento raro en el que nos encontramos por el bicho “COVID-19 o SARS-COV-2 ya no me aclaro” que nos ha hecho encerrarnos en nuestras casas. Nos han cerrado los bares y restaurantes y en estos días estamos obligados a hacernos nosotros mismos esas pequeñas cosas que hacen grande las recetas caseras como puede ser un rebozado crujiente, sabroso y sin gluten.
Sí, he dicho crujiente, sabroso y sin gluten. Os voy a demostrar que se puede conseguir y lo voy a hacer con una receta que triunfa a lo largo y ancho de la costa española y en algunas zonas de interior también, la puntilla rebozada.
Una de las cosas fundamentales de este plato es que la puntilla tiene que estar relativamente suelta, crujiente y sabrosa y esto es algo difícil de conseguir en recetas sin gluten y encontrar un plato de esta categoría en restaurantes aún más difícil. Pero lo tienes fácil esta vez y mientras dure el confinamiento por el coronavirus lo puedes hacer en tu casa y disfrutar como si estuvieses en un restaurante dos estrellas Michelin sin gluten, si es que alguna vez las sacan.
Ingredientes:
- Puntillas
- Harina fina de mandioca
- Sal
- Aceite de girasol
No pongo cantidades en esta receta por ser irrelevante, prueba primero con una cantidad pequeña y, una vez dominada, saca todo tu potencial y hazte una buena bandeja con un vino blanco o lo que mejor te entre con este estupendo plato.
Lo primero, no enharinar muy mojadas las puntillas, las puedes poner en papel de cocina primero, varias capas, para absorber un poco de su humedad.
Una vez algo más seco calentamos abundante aceite de girasol a unos 180 grados, en una freidora esta temperatura es más fácil de conseguir.
Mezcla harina de mandioca con una pizca de sal.
Reboza las puntillas con la harina y antes de pasarlas por la freidora quita el exceso de harina con un colador.
Una vez enharinadas, las fríes en el aceite bien caliente, no las manipules mientras se fríen.
Una vez comiencen a dorarse las puedes sacar sobre unas hojas de papel absorbente para extraer el exceso de grasa y dejar que se enfríen un poco.
Unas gotas de limón o un poco de picadillo hacen de este plato algo sublime y sin gluten.