Hoy vamos a reinventar nuestra tarta de manzana y dulce de lima y es que el mundo de las recetas está en continuo movimiento, en continua evolución y después de pensar que la mantequilla no es muy saludable, tiene lactosa y solo con manzana se queda un poco sosa pensamos que la mejor forma de darle una vuelta a esta sencilla receta, que cualquiera sin nociones de cocina puede preparar, era darle un toque tropical y de paso que sea sin gluten y sin lactosa. Todo un reto.
Después de darle ese toque tropical teníamos que elevar la receta un escalón más y, sorpresa, con un mango no solo le damos un toque bicolor a la tarta que queda de lo más sugerente, también elevamos el toque de sabor a nivel babeante de todos los que la prueban.
Ingredientes:
- Una masa de hojaldre.
- 350 g de manzana royal gala (unas tres manzanas)
- 350 g de mango (uno grande)
- Aceite de coco.
- Una lima.
- Tres cucharadas de miel.
Solo tendrás que tener una buena masa de hojaldre sin gluten. La sacaremos del frigorífico una hora antes de comenzar a extenderla o el frio hará que se rompa al desenrollarla. Una vez extendida la pincharemos con un tenedor para que no suba mucho. Esto también se puede aplicar a las masas de hojaldre con gluten.
Repartiremos unas cucharadas de aceite de coco por la superficie de la masa de hojaldre antes de empezar a rellenar.
Cortaremos las manzanas royal gala a gajos y el mango lo más fino que podamos que iremos insertando alrededor de la masa. Intercalaremos zonas de manzana y mango como se ve en el vídeo o de la forma que mejor te guste, pero siempre es mejor que empieces de fuera hacia dentro, como se ve en la foto, montando por la mitad unos gajos con otros hasta que no quede ningún hueco en la base por cubrir
Una vez tenemos la tarta montada, lo más parecida a la de la foto, la metemos en el horno a 180 grados unos 30 min y luego la subes a 200 los últimos 10 minutos. En total 40 o 45 minutos. Tiene que ir a fuego lento para que la manzana se caramelice y se quede tostada por sus bordes.
Una vez tenemos la tarta básica solo nos queda el remate final, el dulce de lima.
En un bol mezclaremos el zumo y la ralladura de una lima con tres cucharadas de miel, con un pincel lo repartiremos por encima de la tarta. La explosión cítrica de la lima, unida al dulce natural de la miel, estallará en vuestras papilas gustativas refrescando cada bocado que le deis y, si se acompaña con una bola de helado, nadie olvidará el postre que has presentado.
Si vas justo de tiempo, o no tienes lima y miel, con un poco de azúcar glass queda resultona. En vez de eso, se le puede untar una fina capa de la siempre recurrida mermelada de albaricoque y que yo personalmente odio, pero en el mundo de la gastronomía, por suerte, no todos tenemos el mismo paladar y así el universo puede ser un poco más variado, menos soso.
Espero vuestros comentarios, que busquéis alimentos gluten free y que nuestra lucha os haga más libres.