Hoy, volvemos a la carga con uno de nuestros panes y lo vamos a hacer fusionándolo con uno de los ingredients más saludables de que puede dar uno de nuestros arboles más elegantes de la meseta española, el nogal.
No solo vamos a elaborar un pan sin gluten con uno de los alimentos más sabrosos que podemos encontrar en la sección de frutos secos, también vamos a cuidar nuestra salud ya que es uno de los alimentos más ricos en grasas saludables llamadas Omega 3, que no es otra cosa que el ácido linoleico, que es una de las grasas esenciales para el buen funcionamiento de nuestro organismo. También son muy ricas en fibra, magnesio, ácido fólico, aminoácido L-arginina, calcio, cobre, molibdeno, biotina, proteínas vegetales y vitaminas del grupo b.
Es un alimento esencial para combatir el colesterol dañino, cuida de nuestro corazón al ofrecer numerosos beneficios basculares tras la ingesta habitual y que puede ser más habitual que incorporarlo a uno de nuestro pan sin gluten.
Ingredientes para una masa de 500 g.
- 100 g de nueces peladas.
- 70 g de harina de quinoa.
- 70 g de trigo sarraceno.
- 70 g de harina de arroz.
- 200 g de harina schar mix b.
- 430 ml de agua.
- Una cucharadita de panela.
- Un sobre de levadura hidrolizada 7 g.
- Una cucharadita de sal.
- Una cucharada de glicerina vegetal.
- Una cucharada de aceite de oliva virgen extra.
En primer lugar, calentamos el agua, tiene que estar tibia no caliente, para que fermente bien nuestra levadura. Llenamos medio vaso con el agua templada, la cucharadita de panela, la levadura y dejamos que fermente mientras mezclamos las harinas.
Picamos las nueces lo más fino que se pueda, en una picadora preferiblemente, y lo mezclamos con las harinas, la sal y tamizamos toda la mezcla para que no tenga grumos.
Una vez la levadura en nuestro vaso comienza a subir lo mezclamos todo con el resto del agua, la cucharada de glicerina y de aceite de oliva, lo vertemos poco a poco mezclando con la harina hasta que la masa sea homogénea. Lo tapamos con film trasparente y lo dejamos fermentar en una temperatura templada durante 90 minutos.
Una vez fermentado, le damos forma de pan en una hoja de horno. Si nos mojamos la mano le daremos forma mejor. Dales la forma que mejor se adapte a tus necesidades, decóralo con nueces enteras por encima, si quieres, y lo metes unos 20 a 25 minutos en el horno a 200 grados o lo tostado que te guste.
Al sacarlo lo dejas que se enfría en una rejilla de aireación y ya lo tenemos listo para darnos un homenaje digno de amigos de enemigos del gluten.