Pan de mandioca, maíz, soja y trigo sarraceno (Sin gluten, glutenfree)

Hoy nos toca adentrarnos de nuevo en el mundo de los panes sin gluten y lo vamos a hacer, de nuevo, sin acudir a las socorridas harinas panificables.

Lo primero que nos tendremos que agenciar, para que nos queden así de presentables, es de un molde de hamburguesas para horno. Yo he usado uno de nueve centímetros de circunferencia y centímetro y medio de alto.

Otro de los ingredientes del que no podemos prescindir para hacer este pan y del que me he quedado totalmente alucinado es la cascara de psyllium y no solo por hacer que nuestro intestino fluya de manera natural gracias a su propiedad de absorber agua. El psyllium va a hacer que nuestro pan se pueda manipular mucho más fácil que si no se le añadiese y es algo que personalmente he echado mucho de menos al pasarme al pan sin gluten y lidiar con la dificultad de amasar estas harinas.

Algunas de las propiedades que se le atribuyen al psyllum es la de limpieza del sistema gastrointestinal, reducir el colesterol, eliminar grasa y bajar de peso; y en plena operación biquini nos viene de perlas.

Lo que vas a notar al usarlo es que tienes que añadir, en algunos casos, hasta un 20 % más de agua y que si no lo cueces bien te puede quedar un poco húmedo por dentro, pero es un riesgo que vale la pena correr con este espectacular pan.

Ingredientes:

  • 15 g de cáscara de psyllum.
  • 50 g de harina fina de maíz (tipo maicena).
  • 50 g de harina precocida de maíz.
  • 50 g de harina de soja.
  • 115 g de harina de mandioca.
  • 115 g de harina de trigo sarraceno.
  • 7 g de levadura hidrolizada.
  • 410 ml de agua
  • Dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • Una cucharadita de sal
  • Una cucharadita de panela

Primero subimos de temperatura el agua, que esté tibia, nunca caliente, llenamos medio vaso y mezclamos en el la panela y la levadura. Reservamos.

En un bol, mezclamos todas las harinas tamizadas, la cascara de psyllum, que a mí me gusta triturarla un poco más en el molinillo, y la sal. Mezclamos y esperamos a que la levadura comience a fermentar.

Pasamos la levadura, que casi nos tiene que subir al borde del vaso, junto con el resto del agua y dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra y mezclamos con las harinas con cuidado de no dejar grumos.

Una vez mezclado lo tapamos con film y lo dejamos en un lugar tibio unos 90 minutos.

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Trascurrido el tiempo sacamos nuestro molde de hamburguesa y pasamos parte de la mezcla hasta rellenar los huecos.

Lo metemos en el horno a 180 g durante 25 minutos, o hasta que veas que comienza a tostar la parte de fuera de nuestro pan.

Lo dejamos enfriar en una rejilla de aireación para evitar incomodas humedades mientras está caliente

Y pasadas un par de horas ya puedes disfrutar de este pan sabroso, mullido y de un sabor espectacular.

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