Focaccia sin gluten.

La focaccia es otra obra maestra venida de nuestros queridos vecinos italianos, reyes indiscutibles de la pasta y de los mil tratamientos que se le pueden dar al gluten. La focaccia es una forma especiada de comer pan llena de sabrosos ingredientes. Tiene la peculiaridad de ser perfecta para cualquier acompañamiento de carne o pescado y, en enemigos del gluten, le vamos a dar una vuelta al eliminarle tan indigesto componente, siendo perfecta para los gluten free.

Cantidad para unos ocho hambrientos amantes de este pan especial:

  • 450 g de harina sin gluten Schair mix B.
  • 50 g de trigo sarraceno.
  • 450 ml de agua.
  • Un sobre de levadura hidrolizada sin gluten de 7 g
  • Una cucharadita de panela.
  • Romero.
  • Tomillo.
  • Alcaparras.
  • Aceitunas sin hueso.
  • Tomate seco.
  • Sal.
  • Aceite oliva virgen extra.

En una jarra con el agua templada mezclamos la panela y, en 100 ml de agua que sacamos de la jarra a un vaso, mezclamos el sobre de levadura, removemos bien y reservamos.

En un bol mezclamos las harinas con una cucharadita de sal.

Mezclamos el vaso dónde nuestra levadura está fermentando, casi se tiene que estar saliendo del recipiente a los diez minutos de tenerla reposando, con el agua de la jarra y dos cucharadas de aceite. Se mezcla poco a poco el contenido de la jarra con la harina amasando con cuidado. Una vez está todo bien ligado se tapa y se deja en un lugar templado entre una hora y hora y media. Cuando nuestra masa a doblado o triplicado su tamaño y lo tendremos listo para extender.

En un papel de horno, incorporamos la mitad de la masa y extendemos con un rodillo previamente aceitado para que la masa no se adhiera al él. Ya que, como ya hemos comentado en otras entradas está masa es más complicada de manipular que la tradicional de trigo. Dejaremos de extender cuando comience a tener menos de un centímetro de grosor; prueba con diferentes grosores hasta que des con tu medida ideal. La dejamos reposar en un lugar templado durante media hora más para que acabe de fermentar.

Una vez extendida la rellenamos de aceitunas, tomate seco y alcaparras en pequeñas hendiduras que vamos a hacer con el dedo y se introduce en cada hueco un trozo de nuestros ingredientes que pellizcaremos después con la masa para que los sujete bien cuando cueza. En un mortero machacamos Romero y tomillo con aceite de oliva virgen extra y lo extendemos con un pincel por toda nuestra la masa. Espolvoreamos un poco de sal por encima y horneamos a 200 grados durante media hora.

Una vez fuera del horno hay que tener paciencia y dejarlo enfriar unos diez minutos. Trascurrido ese interminable momento lo podemos cortar en tiras finas de dedo y medio. Lo presentaremos en una panera alargada y ya la tenemos lista nuestra focaccia para sorprender a nuestro sentido más delicado, el gusto.

Si tienes un poco de aceite picante no dudes en regarlo con unas gotas de ese elixir mágico para subir este pan a una nueva escala en la genialidad culinaria, solo para amantes de los sabores extremos.

Espero vuestros comentarios, que busquéis alimentos gluten free y que nuestra lucha os haga más libres.

Los comentarios están cerrados.