Hay pocas cosas que puedan superar el placer de meterte un trozo de chocolate negro en la boca y disfrutar de las sacudidas de éxtasis que recorren tus papilas gustativas. Y es que el chocolate se suele relacionar con el consuelo de relaciones fallidas o con la entrada a lo más cercano a un estado alterado de consciencia sin necesidad de usar ninguna plata de poder.
El cacao data su uso sobre el 1900 ac; muchas culturas han hecho uso de este manjar, bien en infusión o machacando las semillas y consumiendo el polvo que sacan de él. Traído por Cristóbal Colón tras su viaje a América, al principio no tuvo mucho éxito al ser de sabor amargo y picante, de lo seguro es de que en algún momento se encontró ese equilibrio entre azúcar, manteca y cacao que suele llevar a la perdición de las básculas a más de uno de los que caen en su embrujo.
Ese es el motivo de esta entrada, darle un homenaje a este increíble ingrediente en forma de bombones de cereales y, como no puede ser de otra forma, aromatizado con lo más emblemático de nuestra comunidad valenciana, la naranja y con un toque de menta que va a conseguir que en los desayunos te levantes de un salto de la cama y en muchas ocasiones sin despertador.
Ingredientes:
-200 g de chocolate negro de fundir.
-200 g de cereales.
-50 g de aceite de coco.
-Una naranja.
-Hojas de menta fresca.
En primer lugar, vamos ha fundir al baño maría el chocolate negro con el aceite de coco. Se puede sustituir el aceite de coco por mantequilla, pero el aceite de coco es mucho más saludable y los intolerantes a la lactosa lo van a agradecer.
Mientras derretimos el chocolate vamos a rallar la cascara de la naranja, solo lo naranja si rallas lo blanco amarga, y lo picaremos todo con las hojas de menta. También puedes usar solo cascara de naranja un día y otro solo menta para darle más dinamismo a los desayunos.
Lo que has rallado y picado lo mezclas bien con el chocolate fundido y ya solo nos queda unirlo todo.
En un bol grande: mete los cereales y toda la mezcla de chocolate; no dejes de remover hasta que la mezcla este bien integrada. Todos los copos hay que cubrirlos bien de chocolate.
Los cereales los puedes meter, como es mi caso, sin gluten o los puedes incorporar con gluten si la vida glutenfree no va contigo.
Es este punto, vamos a pasar pequeñas porciones en un papel de horno a las que vamos a amontonar bien para que al secarse queden como pequeños bombones.
Todas las porciones las vamos a dejar enfriar, bien en un lugar frio de la cocina, si estamos en invierno o en la nevera, si estamos en una temporada muy cálida.
En el momento la consistencia de los bombones sea dura, los puedes meter en una caja y guardar en la nevera para que estén fresquitos y crujientes para comer.
Ya solo me queda pedirte que pruebes estos bombones antes de dejar ninguna valoración, ya que al probarlos estoy seguro que te va ha dejar sin palabras.